El estudio de la pisada es una herramienta que tienen los podólogos tanto para prevenir lesiones como para tratarlas.
En la edad infantil se originan la mayoría de las patologías de la pisada. Las más comunes son las rotaciones de las extremidades inferiores, pie plano, rodillas excesivamente juntas, etc… pero… ¿como podemos detectarlas?
Uno de los síntomas mas frecuentes que nos refieren los padres cuando vienen a la consulta, es que el niño se tropieza o se cae mucho. También nos comentan que caminan con los pies hacia dentro, que le duelen los talones, o que el niño/a anda de puntillas. Si tu hijo/a tiene alguno de estos síntomas, es aconsejable visitar a un podólogo y realizar un estudio de la pisada.
En la edad adulta nos encontramos con otro tipo de problemas, muchas veces derivados por el uso excesivo de tacón, otras veces por personas que pasan mucho tiempo de pie en su jornada laboral, o por el uso de botas de seguridad.
Cuando los pacientes vienen a nuestra consulta de podología, la mayoría de ellos presentan dolor, lo más habitual es dolor en los talones , asociado a patologías como la fascitis plantar o espolón calcáneo, dolor en el metatarso o incluso sensación de calambre al caminar.
Cada día es más habitual encontrarnos a deportistas y corredores en nuestra consulta, muchos de ellos nos refieren con dolor en la zona externa de la rodilla, en la cara interna de la tibia, sobrecarga de los gemelos o dolor en los tobillos mientras realizan la práctica deportiva, aunque cada vez tenemos a más personas que vienen a realizarse un estudio de la pisada para prevenir posibles lesiones.
Hay que recordar que tener dolor, “no es normal”.
Muchos de estos problemas se pueden prevenir o solucionar con un estudio biomecánico de la pisada y, si fuese necesario, con unas plantillas personalizadas. Si nuestra pisada no es adecuada, no solo repercute a nuestros pies, sino en todo nuestro cuerpo, muchas lesiones en la columna, rodilla, repercuten en la pisada y viceversa.
Por ello es conveniente realizar un estudio biomecánico para solucionar y sobre todo prevenir la aparición de lesiones. Por eso las plantillas deben ser totalmente personalizadas para que se adapten al 100% al pie y a las necesidades específicas de cada paciente.